Durante los siglos XV y XVI la economía europea conoció una fase de prosperidad. Por un lado, la población crecía y demandaba más productos agrícola y artesanos. Además, los descubrimientos geograficos incrementaron el comercio con las tierras recien descubiertas.
Para facilitar las transacciones comerciales mejoró el sistema bancario con un fuerte desarrollo de los métodos de pago y préstamo. Las mayores potencias económicas de esta época fueron ciudades en las que se concentraba la producción artesana y que contaban con importantes puertos desde los que comerciar: Venecia y Florencia en Italia, Amberes en Flandes, las ciudades de la Hansa, Lisboa, Sevilla y Londres.
Para facilitar las transacciones comerciales mejoró el sistema bancario con un fuerte desarrollo de los métodos de pago y préstamo. Las mayores potencias económicas de esta época fueron ciudades en las que se concentraba la producción artesana y que contaban con importantes puertos desde los que comerciar: Venecia y Florencia en Italia, Amberes en Flandes, las ciudades de la Hansa, Lisboa, Sevilla y Londres.
Por Kristiana Paul
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